De nicho a tendencia: crece la demanda de materiales de construcción sustentables


Ya no alcanza con que un edificio sea moderno o eficiente en su uso de energía: también importa con qué materiales fue construido y cómo se comportará a lo largo de su ciclo de vida. Esta tendencia empuja a los fabricantes a innovar en productos amigables con el medioambiente sin resignar durabilidad.

La industria de la construcción, históricamente asociada a un fuerte impacto ambiental, está en plena transformación. Desde la extracción de materias primas hasta la vida útil de los edificios, cada etapa genera emisiones de gases de efecto invernadero.

Según la Alianza Global para Edificios y Construcción (GlobalABC), la industria de la construcción es responsable del 36% del consumo mundial de energía y del 37% de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía y los procesos. En este contexto, la sustentabilidad dejó de ser una opción para convertirse en una necesidad urgente.

En los últimos años, arquitectos, desarrolladores y consumidores comenzaron a exigir soluciones que reduzcan el impacto ambiental de las obras. Certificaciones internacionales como LEED o BREEAM se convirtieron en estándares que marcan el rumbo de la industria.

Dentro de este nuevo escenario global empiezan a ganar protagonismo los materiales con balance de carbono neutral. Se trata de soluciones que no solo reducen emisiones durante su producción, sino que también compensan las emisiones residuales mediante créditos ambientales certificados.

Una de las empresas pioneras en este sentido fue Mapei, que en 2024 presentó en Argentina Zero, una línea de adhesivos, morteros e impermeabilizantes diseñados bajo este concepto. Entre ellos se encuentran Ultralite S1 Flex Zero y Ultracolor Plus Zero, muy utilizados en obras residenciales y comerciales.

A su vez, la línea Ultralite de Mapei representa otro avance dentro del compromiso ambiental de la compañía. Se trata de una familia de adhesivos cementicios “aligerados” y de alto rendimiento, diseñados para la instalación de cerámicos, porcelanatos y piedras. Gracias a su formulación liviana, menor emisión de polvo y reducción de compuestos orgánicos volátiles (COV), estos productos no solo facilitan el trabajo en obra y optimizan el transporte, sino que también incorporan materiales reciclados, mejorando la eficiencia y el cuidado del entorno.

“Con Zero buscamos dar un paso más en la construcción sustentable: todo lo que no se puede reducir en emisiones lo compensamos, logrando un balance de carbono neutral. Es una forma concreta de mostrar que la innovación tecnológica y la conciencia ambiental pueden ir de la mano”, explica Lucas Alvarez, Gerente de Marketing y Comunicaciones de Mapei Argentina.

Hay obras emblemáticas que adoptaron estos materiales. En locales comerciales de Galerías Pacífico y Unicenter Shopping, por ejemplo, se aplicaron adhesivos y morteros Zero, mientras que la torre L’Avenue Libertador, frente al Rosedal, diseñada por el estudio británico Zaha Hadid Architects junto con oficinas locales, también los incorporó como parte de su estrategia de sustentabilidad. Estos casos muestran que la adopción de materiales carbono neutro ya no se limita a proyectos boutique, sino que empieza a permear en obras de gran escala.

La sustentabilidad no debe ser vista como un costo, sino como una inversión. “Cada producto Zero que se utiliza en una obra representa emisiones de CO₂ neutralizadas. Cuanto mayor es la proporción de estos materiales, mayor es la reducción total de la huella. Para los constructores significa obras más durables, con menos mantenimiento y mejor desempeño energético, y para las empresas implica reputación positiva y ventaja competitiva en un mercado cada vez más exigente”, señalan desde Mapei.

La transición hacia una construcción sustentable ya está en marcha y parece no tener vuelta atrás. Estudios de arquitectura, desarrolladores y consumidores demandan productos más responsables y las normativas ambientales comienzan a endurecerse. El futuro del sector estará marcado por la capacidad de adaptarse, innovar y generar valor en un mercado que exige construir no solo para hoy, sino también para el futuro.