El bienestar como inversión: la nueva ecuación que miran las empresas



 
No hace falta mirar demasiado lejos para entender que la productividad de una organización depende, en gran medida, del estado emocional y físico de su gente. Las encuestas laborales lo vienen mostrando: el agotamiento, la falta de desconexión y la presión constante ya no son solo cuestiones individuales, sino factores que inciden directamente en la rentabilidad de una empresa. Según Great Place to Work, “el bienestar dejó de ser un beneficio accesorio para convertirse en un pilar estratégico”. De hecho, las compañías que invierten en salud emocional y física de sus colaboradores tienen un 56% más de probabilidades de retener talento, además de un mayor compromiso en el día a día. El cambio cultural no es menor. Durante décadas, la lógica predominante fue medir todo en términos de retorno inmediato. Pero hoy las evidencias demuestran que cuidar de los equipos es también cuidar del ROI.

Un informe de Deloitte mostró que el 77% de los trabajadores reconoció haber atravesado algún grado de burnout en su empleo actual. Y el 37% llegó a considerar renunciar por problemas vinculados con su salud emocional. Para Víctor Dosoretz, cofundador de Briut Salud, —plataforma de teleconsultas que integra medicina tradicional con terapias complementarias para personas y empresas—, la clave está en vincular directamente la salud con la productividad. “Si los líderes empresariales entienden que el bienestar impacta en la eficiencia y en la permanencia del talento, la ecuación cambia. Ya no se trata de elegir entre ROI o salud, sino de comprender que ambos se potencian mutuamente”. La mirada se amplía cuando se suman nuevas generaciones al mercado laboral. De acuerdo con el blog de Great Place to Work Argentina, las personas valoran cada vez más el “salario emocional”, entendido como el conjunto de beneficios intangibles que mejoran la experiencia laboral y generan sentido de pertenencia. Horarios flexibles, espacios de desconexión y acceso a programas de salud son parte de ese paquete. 

Ariel Dosoretz, también cofundador de Briut, lo plantea con claridad: “Si un colaborador siente que su salud está desatendida, la motivación cae. Y cuando la motivación cae, lo hace la productividad. Invertir en bienestar es, en definitiva, invertir en resultados”. Los especialistas de Great Place to Work coinciden en que no se trata de sumar iniciativas aisladas, sino de construir entornos coherentes. Un clima laboral que promueva la inclusión, la confianza y el desarrollo profesional es, según la consultora, el verdadero motor detrás de las empresas destacadas a nivel global. Esa tendencia ya se observa en Argentina. Según datos de GPTW, las organizaciones que figuran en sus rankings de mejores lugares para trabajar comparten un denominador común: la incorporación del bienestar como parte de su estrategia de marca empleadora. En la práctica, esto significa pasar de ofrecer beneficios puntuales —como snacks saludables o pausas activas— a diseñar políticas que integren el bienestar en la gestión diaria. No se trata solo de comodidad, sino de prevenir problemas como el ausentismo, el estrés crónico y la rotación temprana.

 La conversación sobre bienestar corporativo tuvo un protagonismo central en el evento Experiencia Briut, organizado por la plataforma de teleconsultas el 5 de agosto pasado en el Workplace by IRSA. Allí, líderes empresariales coincidieron en que el cuidado de los equipos ya no puede considerarse un lujo. Como expresó una de las panelistas, “el bienestar es estratégico porque habilita que las personas estén en condiciones de ser productivas”. Ese encuentro dejó en claro que el bienestar dejó de ser una moda pasajera y se consolidó como un imperativo de gestión. La propia dinámica del panel reflejó que las organizaciones más avanzadas en este campo logran traducir la inversión en salud en menores índices de rotación y mayores niveles de compromiso. En este punto, plataformas digitales como Briut Salud aparecen como un puente entre la necesidad y la solución. Fundada con la idea de acercar la medicina integral a personas y organizaciones, la empresa ofrece teleconsultas que combinan especialidades tradicionales con prácticas de mindfulness, coaching emocional y terapias complementarias.

 La propuesta, explican desde Briut, permite que un trabajador acceda a profesionales de la salud sin perder horas de oficina ni sumar traslados. Se trata de una alternativa que minimiza fricciones operativas y que puede escalarse a distintos tamaños de empresa. La incorporación de este tipo de servicios, además, contribuye a posicionar a las compañías como marcas empleadoras atractivas. Tal como remarca Great Place to Work en uno de sus informes regionales, el bienestar es hoy uno de los factores más valorados por quienes evalúan una oferta laboral. 

Víctor Dosoretz lo sintetiza en una frase: “Las empresas que ponen a las personas en el centro son las que construyen un círculo virtuoso: menos desgaste, más compromiso y, por ende, mejores resultados”. El consenso entre consultoras, especialistas y líderes corporativos es cada vez más fuerte. El bienestar no reemplaza al ROI, pero sí lo potencia. Y las empresas que lo entienden a tiempo logran diferenciarse en un mercado donde el talento es el recurso más escaso.