Cada cuarto viernes de octubre, Argentina levanta sus copas para celebrar el Día del Espumoso, una fecha que homenajea a una de las expresiones más refinadas de su vitivinicultura.
Desde hace más de un siglo, los espumosos argentinos conquistaron el paladar de los amantes del vino con su elegancia, frescura y versatilidad, convirtiéndose en protagonistas de brindis, encuentros y momentos especiales.
Esta fecha es una oportunidad para reconocer el trabajo de enólogos y bodegas que, desde distintas regiones, consolidan al país como un referente en la elaboración de vinos espumosos de excelencia, guiados por la innovación, la dedicación y el respeto por el terroir.Desde los viñedos de altura mendocinos hasta las frías tierras patagónicas, cada botella refleja historias, paisajes y pasiones.
Este año, dos etiquetas invitan a celebrar las burbujas con identidad argentina: La Flor Espumante 2024 de Pulenta Estate (Mendoza) y el Brut Nature de Bodega Malma (Neuquén, Patagonia).

La Flor Espumante 2024 – Pulenta Estate (Mendoza)Elaborado con uvas 50% Pinot Noir y 50% Chardonnay provenientes de los viñedos propios en Agrelo (Luján de Cuyo) y Los Árboles (Valle de Uco), este espumoso refleja la elegancia y el equilibrio que distinguen a Pulenta Estate.De color salmón leve y atractivo, ofrece un perlage muy fino que forma una corona persistente. En nariz se perciben aromas frescos a frutos secos, frutilla, manzana y suaves notas de pan tostado, mientras que en boca se presenta intenso, complejo y con una acidez que aporta frescura y persistencia.Ideal para acompañar aperitivos, sushi o platos con mariscos, La Flor Espumante 2024 combina sofisticación y naturalidad, reafirmando el legado de una bodega que representa la cuarta generación de una familia dedicada al vino.

Brut Nature – Bodega Malma (Patagonia)Desde San Patricio del Chañar, Neuquén, Bodega Malma expresa el espíritu pionero de la vitivinicultura patagónica. Malma, palabra del antiguo dialecto mapudungún, significa orgullo, y este Brut Nature es precisamente eso: una muestra del orgullo por su tierra y su trabajo.Elaborado bajo el método champenoise —segunda fermentación en botella— a partir de un corte de Chardonnay y Pinot Noir, el vino pasa nueve meses sobre lías, lo que le otorga profundidad y textura. Su color dorado con destellos cobrizos, burbujas finas y persistentes anticipan una nariz con notas cítricas, frutas blancas y pan tostado. En boca se presenta fresco, elegante y de armonía perfecta.Ideal para maridar con ostras, ceviche o carnes blancas, este espumoso patagónico celebra la esencia pura del sur argentino, donde el clima seco y la gran amplitud térmica favorecen una viticultura sustentable y de alta calidad.
