LA CRISIS DEL BIOCOMBUSTIBLE NO SE RESUELVE CON UN SIMPLE AUMENTO DE PRECIOS

Pese al incremento dispuesto por el Gobierno, las plantas de biodiésel aseguran que siguen produciendo a pérdida. Empresarios del sector advierten que están al borde de no poder cubrir siquiera los costos variables y piden una reunión urgente con el ministro Luis Caputo.

El nuevo precio del biodiésel fijado por la Secretaría de Energía en $1.408.687 por tonelada más IVA no trajo alivio a las pymes del sector. Por el contrario, los fabricantes aseguran que la medida profundiza una crisis que lleva 15 meses consecutivos y que acumula pérdidas por 45,5 millones de dólares.

Axel Boerr, presidente de la Cámara Panamericana de Biocombustibles Avanzados, lo resumió en declaraciones a Agenda Energética: “A pesar de la intimación a cumplir la ley, la Secretaría de Energía continúa forzando a la industria del biodiésel a operar en quebranto y muy cerca de no alcanzar a cubrir siquiera los costos variables”.

El reclamo de los empresarios se plasmó también en una carta enviada al ministro de Economía, Luis Caputo, firmada por referentes de tres cámaras del sector. Allí remarcan que el valor fijado está 135 mil pesos por debajo de lo previsto en la normativa del 1º de septiembre y casi 260 mil pesos menos si se toma como referencia el tipo de cambio vigente el día de la publicación.

La situación golpea de lleno en Santa Fe, donde funcionan 11 pymes que emplean a 1.600 personas en forma directa e indirecta. Estas plantas, ubicadas en zonas donde la oferta industrial es limitada, cumplen además un rol estratégico: dinamizan economías agrícolas, sustituyen importaciones de gasoil y aportan a la trazabilidad de la huella de carbono.

El sector insiste en que la crisis no se resuelve con aumentos discrecionales, sino con la aplicación de la fórmula técnica prevista en la normativa, que permitiría ajustar los valores de manera mensual y transparente de acuerdo a los costos reales. De este modo —afirman— se evitaría que las fábricas absorban pérdidas derivadas de la volatilidad del dólar, del mercado de granos (su insumo principal) y del propio sector hidrocarburífero.

En encuentros recientes con funcionarios de Energía y Minería, los industriales presentaron estudios que demuestran que una actualización automática no tendría un impacto significativo en el surtidor, pero sí garantizaría la continuidad de las plantas y de las inversiones en curso.

“Nuestro sector cumple un rol estratégico en la transición energética y en el abastecimiento seguro de combustibles. Hoy está en riesgo la continuidad de la producción y del empleo”, advirtieron en el documento enviado al Gobierno.

Mientras tanto, la Secretaría de Energía también dispuso subas en los precios del bioetanol: $785,468 por litro en el caso del producido a base de caña de azúcar y $857,006 por litro para el elaborado con maíz. Sin embargo, en el caso del biodiésel, el ajuste quedó lejos de lo esperado por las empresas, que advierten que el sector se encamina a un punto de no retorno si no se aplican cambios urgentes en el esquema de actualización.